martes, 2 de septiembre de 2008

EL BARRANCO DEPORTIVO DE ZARZALONES






















Recordaran algunos de nuestros lectores que en el número 21 de la revista Puente Nuevo, publicado en el mes de junio de 2004, firmé un artículo titulado “Descenso de ríos y barrancos en la Serranía de Ronda”. En el mismo enumeraba las posibilidades que tienen nuestros ríos en relación con el descenso de barrancos. Hasta fechas relativamente recientes esta modalidad deportiva sólo se practicaba en los caudalosos ríos del norte de la Península Ibérica, donde la tradición montañera está más arraigada.

El primer barranco, en este caso un cañón, habilitado en nuestra comunidad para su descenso fue el de las Buitreras, que se desarrolla en el río Guadiaro, en los términos municipales de Cortes de la Frontera (Cañada del Real Tesoro-El Colmenar), Benalauría y Benarrabá. La belleza del entorno, la presencia constante de agua y la diversión que proporcionan sus destrepes, rápeles, saltos y pozas le avalan para considerarlo como el “santuario” de los barrancos Andaluces. Desde hace unos años y gracias a sus excepcionales valores medioambientales se ha integrado en la RENPA (Red de Espacios Protegidos de Andalucía) bajo la figura de Monumento Natural.

En años sucesivos se fueron equipando otros barrancos como el de la garganta de Río Verde, el de las angosturas del Guadalmina, el Cambullón de Vélez, La Rejía y la Sima del Diablo. Con la incorporación del barranco de Zarzalones, situado en el término municipal de Yunquera, en plena Sierra de las Nieves, los barranquistas tenemos la posibilidad de elegir entre sietes opciones muy distintas y diferentes, ya sea por el grado de dificultad, la cantidad de agua o la estación del año apropiada para su realización.

El arroyo de Zarzalones nace en la Sierra del Pinar de Yunquera, más concretamente en el amplio horcajo que recoge las escorrenterías de los arroyos del Hueco, Pasada de la Encina y de las cañadas de Juanisco Huelva, Zarzalones y de la Violeta, estás últimas cubiertas por el pinsapar más extenso del mundo, a cuya espalda caen los vertiginosos tajos de Guajarajaz, de Añicle y de la Caína, cuya leyenda cuenta que la Santa Inquisición arrojó por este cantil de 100 metros a una mujer de escandaloso comportamiento, para escarmiento de los pobladores de Yunquera y Tolox. Todos ellos se asoman a la magnánima cañada de las Carnicerías, que hienda la sierra profundamente, separando a la Sierra de Tolox, con el Torrecilla es su punto cimero, de la Sierra del Pinar. El arroyo de Zarzalones da pie a Río Grande, que recibe en el puente de las Millanas, en la carretera A-366 Ronda-Málaga, entre Alozaina y Coín, al río de los Horcajos o Alfaguara, que tiene su cabecera en la mencionada cañada de las Carnicerías. Río Grande riega una amplia zona de cultivos de cítricos antes de afluir al río Guadalhorce, aunque la construcción de una controvertida presa, tiene en pie de guerra a los habitantes de este populoso valle.

Volviendo al tema que nos ocupa, nos centramos en el arroyo de Zarzalones, cuyas aguas discurren por el interior de la tierra, ya que la naturaleza caliza del terreno, que es muy porosa, motiva que las aguas se filtren y no sean superficiales; pero la cuestión cambia a partir de la cueva de Zarzalones, situada en el mismo cauce del arroyo, a unos 500 m de altitud, bajo un cantil de gran altura. Aquí surge el agua a borbotones, aunque su caudal depende del régimen de lluvias. Se estima una media de 725 litros por segundo, por lo que es el segundo río en importancia de la Sierra de las Nieves, tras el portentoso Río Verde, que expulsa 750 litros por segundo. Está comprobado por los trazadores que las aguas que manan de esta surgencia proceden del acuífero denominado Nieves-Yunquera, que recoge las precipitaciones que se producen en la sierras de la Nieve y Tolox, cuya media supera al año los 1.600 litros por metro cuadrado, situando a este sector de la Serranía de Ronda, junto a la sierra de los Pinos de Cortes de la Frontera y sierra del Pinar en Grazalema como los puntos más lluviosos de Andalucía. La cueva de Zarzalones tiene inundada una gran parte de sus galerías, por ello los espeleólogos han encontrado en este lugar un reto más para intentar descubrir el alcance de los sifones, con la hipotética y poca probable posibilidad de conectar esta cueva con las simas más importantes, en cuanto a desarrollo vertical, de Andalucía. Todas se ubican en la meseta de Quejigales y sierra de Tolox, muy cercanas entre ellas, por encima de los 1.750 m de altitud. Las principales son el sistema de las Nieves (sima Gesm -1.101 m / sima de la Luz -1.112 m), sima Prestá (-800 m) y sima del Aire (-700 m). Los buenos aficionados del programa de TVE “Al Filo de lo Imposible” pudimos gozar esta pasada temporada de un par de capítulos dedicados a la exploración de estos sifones, bajo la experta batuta de los miembros del GES de la SEM (Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga). En estos momentos los espeleobuceadores han explorado más de 2 kilómetros de galerías, llegando a una máxima de -92 m, por lo que el sifón de Zarzalones es el más profundo de Andalucía.

Con tales precedentes, un reducido grupo de Pasos Largos nos dirigimos el día 14 de agosto de 2008 a Yunquera con la idea de disfrutar del descenso deportivo del barranco de Zarzalones, cuya exploración y equipamiento se lo debemos a Cuco, gerente de Pangea Active Nature, empresa rondeña dedicada a la multiaventura, que se ha convertido en un referente del turismo de naturaleza a nivel andaluz.

El acceso al punto de partida parte desde el área recreativa y deportiva Los Arbolitos, muy cerca de la Torre de Yunquera, que es punto de información del parque natural Sierra de las Nieves. La pista forestal, a tramos asfaltada, está señalizada con balizas del recorrido en bici de montaña Yunquera-Porticate. Desde un primer momento gozamos de unas vistas envidiables al valle del Río Grande, jalonado de terrazas y bancales cubiertos de huertos, frutales y cultivos de cítricos, aunque por estos parajes situados a mayor altura hallamos olivos y almendros en las zonas de solana y castaños, alcornoques, quejigos, pinsapos y viñedos en las laderas más umbrías. Si vas por Yunquera, no dejes de probar o comprar el rico mosto de uva blanca, que por estos lares elaboran con gran sabiduría. En el trayecto podremos pararnos para beber las aguas de las famosas fuentes de Maga Juan y Trojilar, la primera deriva sus aguas a través de una entramada y laberíntica red de acequias moriscas a los huertos cercanos, la otra tiene fama de abrir el apetito a los niños y niñas desganadas. Aunque hay que desviarse antes, la pista continua hasta la ermita de Porticate, un lugar idílico rodeado de montañas cubiertas de castañares y pinsapares, donde mana una portentosa fuente que lleva sus aguas a varias albercas, que distribuyen a su vez el agua a los huertos del octogenario Pedro Elena Vázquez, un tolito, residente desde hace muchos años en Yunquera y con quien es un verdadero lujo y deleite conversar. Aquí, como en otros lugares de la Sierra de las Nieves se nota la impronta de la cultura andalusí, para quienes el agua era un don bendito excluido de cualquier tipo de especulación, y que nos legaron el concepto, hoy en crisis, del huerto-jardín.

Antes de llegar al mismo lecho del río hay que dejar el coche y acercarse por un precioso sendero, con escalones en algunos tramos, hasta la presa de derivación de la cercana central eléctrica San Pascual. De seguir una acequia cauce arriba, nos toparíamos con la cueva de Zarzalones, sin duda, un paraje muy atractivo e interesante. Para realizar el descenso se hace necesario contar con un traje de neopreno, casco, arnés, ocho, cabo de anclaje, mosquetones, y una cuerda de al menos 20 metros. Podemos catalogarlo de dificultad baja, muy apropiado para iniciarse en este deporte. Es de corto recorrido, a penas un kilómetro, pero tiene todos los alicientes para que la actividad sea una experiencia inolvidable. No faltan los rápeles, destrepes, saltos y toboganes; todo ello aderezado con un caudal, que a la altura de la época del año en la que nos encontramos, enrojecería a mas de uno de los vanidosos ríos norteños. La actividad finaliza en el llamado charco Verde, lugar frecuentado antaño por los habitantes de Yunquera, como zona de baño.

Siempre recomendamos a los interesados en este deporte que contacten con los profesionales que se dedican a esta actividad de aventura, pues dispondrán de un seguro de accidentes, del material adecuado y de la compañía de expertos monitores. En Ronda tenemos la suerte de contar con la empresa Pangea Active Nature, compuesta por naturales de la zona, con quienes la diversión y la seguridad están garantizadas. Ya podemos afirmar que la Serranía se ha convertido, junto a Sierra Nevada, sierras de Cazorla y Segura y sierras Tejeda y Almijara, en punto obligado de visita de barranquistas venidos de todas las partes del mundo. Contamos pues, con un nuevo recurso emergente relacionado con el turismo de naturaleza que ahora necesita de todo el apoyo y promoción por parte de nuestras autoridades, que parecen no ver mas allá de donde llega una pelotita.

Si quieres tener más información y ver fotos de los barrancos deportivos de la Serranía de Ronda, visita estos espacios de internet:

- http://grupoextremo.blogspot.com
- www.pasoslargos.com
- www.actionman4x4.com

NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS

sábado, 16 de agosto de 2008

ALGUNOS APUNTES E IDEAS SOBRE LA GESTIÓN DE LA FLORA SILVESTRE DE LA CIUDAD DE RONDA



Rafael Flores Domínguez
Rondeño con vocación de serrano

Desde hace unos años acá, asistimos con benevolencia durante los últimos días de la primavera, a las cíclicas labores de limpieza vegetal en los espacios marginales, cunetas, muros y taludes situados, tanto en la ciudad como en las entradas de Ronda, dentro de un plan de adecentamiento y prevención ante los incendios, que efectúan las cuadrillas de operarios del Ayuntamiento de Ronda. Ante esta iniciativa, nada o casi nada se puede objetar, aunque si se me ocurre que, por aquello de los malos tiempos que corren para las arcas municipales y la imperiosa necesidad de ahorrar, se podrían tomar una serie de medidas, cuanto menos novedosas y originales, con la única y sana intención de auspiciar y mantener una red de jardines de la flora silvestre, añadiendo un concepto totalmente distinto al que tenemos sobre el jardín tradicional, que en el caso que nos ocupa, reinventaría los posibles y múltiples escenarios, que bien pueden ser los arcenes de las carreteras, los muros y murallas, y enclaves tan singulares de nuestro entorno como la cuesta de los Molinos, el paseo de la Planilla, los paseos de las cornisas del Tajo (desde el de los Ingleses hasta el Parador Nacional de Turismo de Ronda) o el camino de los baños árabes al barrio de San Francisco, por sólo citar algunos ejemplos. Sin duda, conseguir un jardín gratuito, que se renueva constantemente con las distintas especies que florecen durante la eclosión primaveral, tendría una indudable vocación turística, aportando a los numerosos visitantes, especialmente, a los amantes de la botánica, la posibilidad de conocer in situ, y de manera muy cómoda, la gran variedad taxonómica de nuestra flora silvestre. Y que decir de la vertiente docente, de la que se podrían beneficiar los escolares rondeños y serranos, dándoles a conocer una parte de los valores naturales que atesora la Serranía de Ronda, sin tan siquiera salir del casco urbano.
Para tal fin se requeriría de unos estudios de viabilidad, para lo que no me cabe duda, están perfectamente cualificados los magníficos profesionales adscritos a la Delegación de Parques y Jardines del consistorio rondeño. Ni que decir tiene que, dado que soy un profano en estos temas, pido disculpas por mi atrevimiento, pero estoy convencido de que otras personas cualificadas o entidades afines, sabrán tomar el relevo para corregir, modelar y enriquecer esta modesta propuesta.


APUNTES:

- Al segar el matorral seco que puebla las cunetas y muros, no solo se están sajando las malas hierbas y el forraje; al amparo de éstos, sobreviven otras especies florales silvestres de importancia, no solo estética, también ecológica; ya sea por ser plantas aromáticas, endémicas e incluso protegidas, como las orquídeas.

- En algunos casos, las plantas silvestres tienen una floración más duradera que las típicas y ya conocidas, pero no pueden florecer al ser arrancadas antes de su eclosión, con lo que perdemos la oportunidad de tener un vivero gratuito y la perpetuidad de la especie.

- Algunas de las cunetas e isletas quedan despobladas de toda vegetación, con lo que el efecto pretendido es el contrario; mostrando un aspecto desolado y árido, con algunos signos de erosión.


RELACIÓN DE LA FLORA SILVESTRE Y SU LOCALIZACIÓN:

- En la entrada a Ronda por la A-376 desde Sevilla, (zona de la Dehesa), se observan en las isletas: Anchusa azurea, Phlomis purpurea, Antirrhinum majus, Echium albicans, Silene colorata, Reseda alba, Fumaria officinalis, Linaria latifolia, Papaver sonmiferum, Daucus carota, todas de indudable belleza ornamental. En muros y taludes de esta carretera también crecen el Thymus capitatus y mastichina, ambas aromáticas; además hallamos: Trachelium caeruleum, Allium rotundum, etc. esbeltas y de floración duradera.

- En la entrada a Ronda por la A-376 desde San Pedro de Alcantara, hemos observado otros interesantes especimenes: Ophrys lutea, Linaria tristi, Lathyrus cicera, Scrophularia sambucifolia, Ornithopus compressus, Echium boissieri, etc. que aportan una riqueza estética sin igual a este paseo, recientemente homologado como Sendero Local. En los muros frente a la gasolinera se desarrollan otras plantas a tener en cuenta como: Sedum sediforme, Iberis pectinata, Asplenium ceterach, Umbilicus rupestri, etc.

- A la entrada a Ronda por la carretera A-367 y A-366 (zona de la circunvalación y hospital), proliferan: Calendula arvensis, Ophrys tenthredinifera, Bellardia trixago, Echium vulgare, etc.

- Asimismo, muchos monumentos del casco histórico de Ronda cobijan plantas de tamaño pequeño y destacada hermosura como: Campanula mollis y Linaria tristi, que las hallamos en las murallas del barrio de San Francisco. Otro caso que entendemos como especial es la presencia en el Puente Nuevo de Ronda de una especie llamada Moricandia moricandioides, siendo nuestro monumento insigne, el único lugar del mundo donde crece de manera rupícola.


IDEAS:

1º Estamos de acuerdo con las labores de adecentamiento y limpieza de matorrales secos y malas hierbas de las entradas, muros, isletas, etc. de la ciudad de Ronda, siempre y cuando se realice un riguroso estudio que contemple la posibilidad de salvar de las podas algunas de estas plantas de interes ya citadas, bajo la supervisión del personal cualificado, (botánico, biólogo, perito forestal, etc.).

2º Que dentro de las nuevas apuestas tendentes a salvaguardar el paisaje como un bien de interes, se incluya la protección de nuestro rico patrimonio floral urbano como un recurso más a proteger, conocer, potenciar y por supuesto, a gestionar.

3º Que apoyamos y aplaudimos las iniciativas llevadas por nuestro Ayuntamiento, encaminadas a implantar la flora autóctona en los jardines públicos de Ronda, paralelamente creemos oportuno promocionar y realizar diseños que favorezcan al jardín tradicional mediterráneo.
4º Que se mantenga con igual entusiasmo las repoblaciones arbóreas realizadas hace unos años en las entradas a Ronda, limpiando los alcorques, restaurando los mallados de protección y realizando las podas pertinentes.

5º Que creemos idóneo crear en Ronda un Jardín Botánico de la Flora de la Serranía, dada la importancia de Ronda como ciudad rodeada de tres los más importantes parques naturales andaluces, pero carente de infraestructura alguna relaciona con estos espacios protegidos; ademas dicho equipamiento contribuiría a la formación didáctica de la población escolar de la Serranía.

6º Realizar un estudio de ordenación vegetal para el paraje del Tajo de Ronda y su entorno, tendente a recuperar la flora autóctona y a embellecer las cornisas y taludes de dicho paraje natural.

7º También pedimos redactar un Plan de Excelencia Medioambiental Urbana que sirva de herramienta en la ordenación de estos recursos no protegidos y que con toda seguridad, a corto plazo, formarán parte del patrimonio municipal, siendo elementos de uso y aprovechamiento turístico, lúdico y cultural

8º Crear una ruta urbana de la flora silvestre de Ronda, con paneles informativos y publicación de folletos informativos en varios idiomas.

9º Elaborar y publicar una guía botánica de Ronda y sus alrededores, que contenga una relación de la flora básica de nuestro entorno, que no debe de faltar en ningún colegio e instituto de enseñanza de Ronda.

10º Crear en el seno del Consejo Asesor de Medio Ambiente del Excmo. Ayuntamiento de Ronda, una Comisión de Ideas, con la intención de recoger las propuestas de todos los ciudadanos sensibilizados, que auspicie la revalorización de nuestro acervo natural.

domingo, 30 de marzo de 2008

LOS CIELOS DE ANDALUCÍA











Rafael Flores Domínguez
Rondeño con vocación de serrano


Andalucía, con 87.268 km2 de extensión, es un complejo y basto territorio agraciado por una geografía física única y sin parangón en toda la Península Ibérica. Sin duda, su ubicación en el extremo sur del continente europeo, donde confluye con el continente africano y con dos importantes mares, como el Mediterráneo y el océano Atlántico, la convierten en una encrucijada de culturas y pueblos, que ha marcado a lo largo de los tiempos la idiosincrasia de sus actuales pobladores. A pesar de los estereotipos, nuestra tierra tiene una fuerte vocación montañosa; así, una tercera parte de Andalucía se eleva por encima de los 600 m de altitud. Al norte, separándola de Extremadura y Castilla la Mancha se contornea la fragosa Sierra Morena, franqueable por el famoso paso de Despeñaperros. El Valle del Guadalquivir es la gran depresión que separa a Sierra Morena del Sistema Bético, un alargado cordón montañoso que a su vez presenta dos cordilleras bien definidas, una paralela y más próxima al mar Mediterráneo llamada Penibética y otra más al norte, lindando con el Valle del Guadalquivir, que se la denomina Subbética.

Durante la pasada temporada tuve la oportunidad de coronar junto a mis compañeros de la Asociación Senderista Pasos Largos, las cumbres más altas de cada una de las provincias andaluzas. Sin duda, está experiencia me ha llenado de gozo, pues no sólo he disfrutado de sorprendentes parajes, sino que he podido comprobar como el paisaje guarda una estrecha relación con el carácter de los habitantes que moran en sus dominios y que se puede extrapolar a la realidad andaluza, constituida por una diversidad de culturas, que curiosamente y a pesar de los contrastes y matices, se aglutinan armoniosamente en una entidad de acusada personalidad; distinta y dispar con respecto al resto de regiones y nacionalidades del estado español.

Iniciamos el ciclo en el mes de septiembre ascendiendo al techo de Sevilla, El Terril (1.129 m), visible desde algunos puntos cercanos a Ronda. Por ejemplo, si nos situamos en el mirador del Pino, en la carretera Ronda-San Roque, y escudriñamos el horizonte hacia el norte, vemos con se eleva esta montaña de suave perfil y con una alargada meseta cimera. Tanto el Terril como el peñón de Algámitas (1.128 m) se ubican en la denominada Sierra Sur de Sevilla, ambas cumbres están separadas por el puerto Zamorano, lugar que aprovecha la carretera que une las poblaciones de Pruna y Algámitas. Las dos son coronables el mismo día. El peñón de Algámitas es más abrupto y se encuentra rodeado en todos sus flancos por imponentes cortados, además, en sus laderas se desarrolla un precioso encinar que contrasta con la amplia campiña cubierta de olivares. En su antecumbre descubrimos un desdibujado nevero, testigo mudo de cuando siglos atrás las temperaturas eran más frías y no era extraño encontrar nieve en estos pagos. Antes de llegar a la cima hay que sortear un difícil paso elevado, no apto para personas con vértigo. Desde aquí arriba se otean las sierras gaditanas, la Serranía de Ronda, Pruna con su castillo y Olvera. El Terril tiene un metro más de altura, por tanto es el punto más elevado de la Sierra del Tablón y de Sevilla. Su acceso más fácil es a través de un sendero que parte muy cerca de la ermita de la Concepción, y que conduce hasta el geodésico. Lastimosamente esta muy deforestada por los incendios, aunque merece la pena contemplar el rosario de pueblos y montañas que se extienden a sus pies, algunos tan importantes como Osuna, El Saucejo, Teba, el peñón de Zaframagón, Sierra Tejeda, etc.

Octubre fue el mes elegido para subir al Chullo (2.610 m), máxima elevación de Almería, que se halla en Sierra Nevada. Se inicia la subida desde la estación de montaña del puerto de la Ragua, que a su vez comunica por carretera las comarcas del Marquesado del Zenete y Las Alpujarras. Aquí, a 2.000 m de altitud lindan dos pisos de vegetación bien distintos; por un lado el pinar y por otro el piornal, gran dominador de la alta montaña. Desde estas alturas se abarcan grandes panorámicas a los altiplanos de Guadix y Baza, al relativamente cercano pico Almirez (2.517 m), el mejor mirador de Sierra Nevada, y a las cumbres señeras del Alcazaba (3.371 m) y Mulhacén (3.484 m), el indiscutible techo peninsular. Se puede completar esta subida, de hecho así los hicimos nosotros, visitando la lagunilla Seca y regresando al puerto de la Ragua por un sendero que rodea el Chullo por su cara norte, donde tiene su cabecera el río Hueneja. Si visitamos esta montaña en verano, podremos gozar de la floración de un buen ramillete de pequeñas plantas de alta montaña, muchas de ellas endémicas de este macizo.

En noviembre le toco el turno al cerro Bonales (1.055 m), punto más elevado de la provincia de Huelva, a cuya cita no pude acudir, aunque próximamente mostraré pleitesía, tanto a la cumbre onubense, como al cercano cerro Tentudía (1.112 m), techo de Badajoz, ubicados muy cerca el uno del otro. Si he tenido oportunidad de coronar el Cerro del Castaño (969 m), considerado hasta fechas recientes como el rey de este sector de Sierra Morena y más concretamente del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. La población de referencia es Castaño del Robledo, desde aquí se toma un sendero que rodea este monte y que permite acceder a la cumbre. Lo más llamativo de esta cómoda y corta ascensión es la presencia de densos bosques de castaños, alcornoques, quejigos y robles melojos, estos últimos muy escasos en Andalucía, que se encaraman hasta la misma cúspide. El cromatismo otoñal y la gran variedad de hongos, añaden un especial atractivo a esta singular montaña.

Febrero fue testigo de la ascensión a la cumbre más alta de la provincia de Málaga, que no es otra que la famosa Maroma (2.065 m). Hasta fechas recientes existía cierta controversia sobre cual era la cima más alta de la provincia malacitana. Todos pensábamos que era el Torrecilla (1.919 m), que como bien sabrán es el techo de la Serranía de Ronda. Por el contrario, en los mapas se constataba que la cumbre de la Maroma se hallaba en la provincia de Granada, estando el límite interprovincial Málaga-Granada en la cota 2.000 m; ese dato convertía a esa curva de nivel en el punto más elevado, pero no en la cumbre más alta. Tras las aclaraciones ofrecidas por el Instituto Geográfico Nacional, ya es oficial que la linde entre provincias pasa justamente por el geodésico de esta montaña, con lo cual dicho honor recae en la máxima altura de Sierra Tejeda. Cuestión aparte, el montañero no cae en ningún tipo de trivialismo y para nuestro colectivo todas las montañas, son eso, montañas, sin más fronteras que las que pisa el que se aventura a hollar su espléndida altivez.
El ascenso lo afrontamos desde La Alcaicería, paraje ubicado en Alhama de Granada. De la cercana área de acampada libre del Robledal parte un sendero que no para de subir y que atraviesa lugares tan espectaculares como el Salto del Caballo, una impresionante colada que acongoja por los profundos acantilados que sortea, además, ese día presentaba cierto peligro debido a las placas de hielo. Otra de las sorpresas del día fue descubrir entre la espesa niebla a los centenarios tejos, que aunque ya quedan pocos, antaño fueron abundantes, de ahí que se conozca a esta sierra como Tejeda. El último tramo, entre el collado Lobera y la meseta donde se asienta el enorme poste geodésico fueron de extrema dureza, con unas temperaturas gélidas y con el añadido de avanzar por un terreno nevado y sin sendero. Menos mal que llevábamos el GPS, de no haber sido por esta herramienta, fruto de las nuevas tecnologías, no habríamos llevado la empresa a buen cauce. Como curiosidad, comentar que la Maroma debe su nombre a una sima situada a escasos metros de la cumbre, donde se acumula la nieve que recogían los neveros, antes de desaparecer esta actividad, a través de una soga o maroma.

El 28 de febrero de 2007, Día de Andalucía, le tocó el turno al Torreón (1.654 m), techo de la provincia de Cádiz, quizás la montaña que mejor conocemos los rondeños, ya que es visible desde cualquier punto de la ciudad, especialmente desde las balconadas de la Alameda del Tajo. Quien no se asoma al tajo y vislumbra el famoso San Cristóbal, para dictar según tenga montera o no, que en Ronda va a llover. Pues precisamente, de los tres picos de la montaña, el Torreón es el de en medio. Esta cumbre se encuentra dentro del área de reserva del Parque Natural Sierra de Grazalema, por lo que se necesita permiso de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para su ascensión. Se inicia el sendero en la carretera de Grazalema a Benamahoma. Todo el recorrido es una interminable subida, eso si, por un sendero bien marcado que te conduce hasta la cúspide. La impresión que causa al montañero que pisa su cima es indescriptible, a nuestros pies se observan las Caídas del Pinar y el esplendido bosque de pinsapos de la cara norte, el mejor conservado de la Serranía. En el otro extremo de la Sierra del Pinar, donde nos hallamos, se eleva majestuoso el pico San Cristóbal (1.555 m). La crestería que separa a ambas cumbres, es una de las mejores actividades montañeras que se pueda realizar en Andalucía. Al igual que para esta ruta, se necesita una autorización, dado que en estos farallones se refugian una buena cantidad de especies botánicas endémicas, entre ellas, la celebre amapola serrana o de Grazalema. Describir todos los hitos que se atisban desde este peculiar otero sería tarea harto difícil, apuntaremos la totalidad de la Serranía de Ronda, las campiñas de Jerez y Sevilla, Morón de la Frontera, Montellano, Arcos de la Frontera, Ronda, Utrera, Olvera, además del Campo de Gibraltar y las montañas del Rif en el continente africano.

Abril, el de las lluvias mil, acogió la sexta etapa de los techos de andaluces y el destino fue el cielo de Jaén, el pico Mágina (2.164 m). El punto de encuentro con los compañeros se estableció en Cambil, desde donde hay que tomar la carretera a Huelma y desviarse por un pequeño carril que nos deja en la dehesa de Mata Bejid, lugar donde se alzan las ruinas de una antigua fortaleza nazarí. Ahora nos encaminamos con la compañía de enormes y espectaculares encinas y quejigos hasta el derruido cortijo de los Prados, con vistas a la imponente y piramidal Peña Jaén (2.147 m), que más tarde coronaríamos. Atrás dejamos unos verdes prados y avanzamos por unos fuertes repechos, hasta la meseta cimera, donde hallamos un rosario de pequeñas crestas, una de las cuales es el pico Mágina. Las panorámicas son extraordinarias, abarcando la totalidad de la provincia de Jaén, las Sierras de Cazorla y Segura, Sierra Nevada, La Sagra, etc. Realizadas las fotos de rigor retomamos la crestería que finaliza en la Peña Jaén. El vertiginoso descenso lo acometemos por el collado de los Cuatro Aguaderos, que nos conduce al punto inicial.

El 2 de junio, cuando el verdor de la primavera está a punto de claudicar, nos decidimos por subir al cielo de Córdoba, el pico Tiñosa (1.570 m), que se eleva en la Sierra Horconera, que pertenece a su vez a la Subbética cordobesa. Para iniciar su ascenso es recomendable desplazarse hasta Las Lagunillas, que es pedanía de Priego de Córdoba. Desde este poblado se enfila el barranco originado por el arroyo Cañatiendas, entre la sombra de encinas y quejigos. Llegados al puerto de la Mahína, dejamos el sendero oficial y nos dirigimos a la cara oeste del macizo, donde se desarrolla un circo con pináculos, cascajeras y farallones que tan sólo nos dejan un paso bastante lógico y que nos arrima al punto cumbrero, destacable en lontananza. Desde el geodésico oteamos las Sierras de Guadix y Baza, Sierra Nevada, las sierras Tejeda y Almijara, la Sierra de Loja, la Cruz de Camarolos (1.444 m), conocido como Balcón de Málaga y que a pesar de su escasa altura, su ubicación en el corazón de Andalucía, muy cerca de Villanueva del Rosario, permite ver las dos cumbres más altas de cinco provincias andaluzas. Retomando las panorámicas, destacamos la Sierra Sur de Sevilla y como no, las sierras de las Nieves y Grazalema. El descenso lo realizamos por la zona sur, en dirección a la cueva del Morrión, de escasa profundidad, pero que ofrece una bonita foto. Tras unos destrepes accedimos a la base de la montaña para retomar el barranco de Cañatiendas que nos llevó hasta Las Lagunillas.

Finalizamos este periplo en la cúspide de Granada, en el gigante del Sur, en Sierra Nevada, donde habitan los colosos peninsulares, nos referimos al Alcazaba (3.371 m), el Veleta (3.394 m) y el rey de reyes, el Mulhacén (3.484 m). Partimos un buen día del mes de junio desde el albergue universitario camino de la Virgen de las Nieves, para encarar el sendero que sube de manera suave pero constante a través de la loma de Cauchiles hasta las Posiciones del Veleta. El siguiente hito y parada de descanso lo hacemos en el refugio de la Carihuela, para enfilar el último tramo que nos lleva a coronar el Veleta. Desde este mirador natural avistamos la vega de Granada, Sierra Almijara con la silueta bien visible del Lucero (1.799 m); más cercano queda el piramidal Trevenque (2.076 m), conocido como el rey de la media montaña nevadense; igualmente atisbamos La Sagra, la Sierras de Cazorla y Segura, el Mulhacén, así como la costa mediterránea. Tras tomar un bocado descendemos hasta el refugio, pasando junto a unas viejas construcciones que resultan ser unos fortines usados en la denostada Guerra Civil. El siguiente tramo discurre casi en llano, pero por encima de los 3.000 m, dejando algunas lagunas en los márgenes del camino, como la bellísima laguna Verde. Pronto nos acercamos a unos cuchillos afilados que se denominan los Raspones de río Seco, lugar muy interesante para admirar algunos de los muchos y notables endemismos botánicos de Sierra Nevada. A continuación abandonamos la pista y tomamos un sendero que sube a la Loma Pelá y después desciende por un camino vertiginoso hasta la laguna de la Caldera, donde hallamos el refugio del mismo nombre. La noche la pasamos a la intemperie, entre las cabras monteses acostumbradas a la presencia humana y a la comida fácil. A la mañana siguiente, bien temprano, afrontamos la loma del Mulhacén hasta hacer cumbre, con gran alegría y alborozo por haber completado esta pequeña aventura por los cielos andaluces. Entre acentores alpinos y sintiéndonos muy pequeños ante tan grandioso paisaje, nos hicimos las fotos de rigor, vislumbrando en el horizonte, las hoyas de Baza y Guadix, Sierra Mágina, la Sierra de Cazorla, la Sierra de la Contraviesa, las Alpujarras, el cercano Alcazaba y las más espléndidas lejanías.

Todos los interesados en esta actividad, pueden leer las crónicas y ver cientos de fotos en la web de nuestro club: www.pasoslargos.com. Como bibliografía básica os recomiendo los libros: Sierras andaluzas. Itinerarios senderistas y ascensiones, de Editorial La Serranía y Los Techos de España, de Editorial Desnivel.

Nos Vemos en las Montañas