miércoles, 5 de septiembre de 2007

EL CASTAÑO DEL VALLE DEL GENAL COMO RECURSO TURÍSTICO Y CATÁLOGO DE CASTAÑOS NOTABLES
















Ahora que se acercan las fechas navideñas, es costumbre bastante extendida por parte de casas comerciales, instituciones públicas y asociaciones, el obsequiar a los amigos y clientes con los tradicionales almanaques, donde mes a mes y acompañados de fotos o dibujos acordes a la estación del año, iremos deshojando el calendario que nos conduce de manera irremediable al inicio del fin, y así siempre.
De todos los modelos de almanaques, suelen sorprendernos los que contienen imágenes de impresionantes paisajes montañosos o de valles paradisíacos que más que reales parecen sacados de un cuento de hadas. Sin duda, paraísos y edenes como estos existen de verdad, pero casi siempre son retratos de espacios naturales de allende de Andalucía, y es que por desgracia, un importante número de andaluces no son conscientes de que aquí, en nuestra tierra, poseemos una variedad de paisajes y ecosistemas que no tienen nada que envidiar a éstos, y de los que ya quisieran presumir otras regiones y países de nuestro entorno más próximo.

Los castañares de la Serranía de Ronda y más concretamente los del Valle del Genal y la Sierra de las Nieves constituyen los bosques caducifolios más meridionales de Europa, toda una rareza, cosa inusual por estas latitudes, hecho que imprime en el territorio serrano un marcado sello de identidad, dado los diversos matices cromáticos que adquieren las hojas del castaño en las diferentes épocas del año. Por eso no es de extrañar que revistas del prestigio de Grandes Espacios, publicada por la editorial Desnivel, señalen al Valle del Genal entre los paisajes otoñales más bellos y excepcionales de la península ibérica.

El castaño (Castanea sativa Miller) es uno de los elementos naturales más característico de La Serranía, siendo la recolección y venta de la castaña un pilar fundamental en la economía de ciertos pueblos de la comarca rondeña, básicamente de los municipios situados en el Havaral o Alto Genal. Según las últimas investigaciones y tras los pertinentes análisis palinológicos, se sabe que el castaño ya ocupaba nuestra tierra en el Pleistoceno, siendo bajo el dominio romano cuando se extiende su cultivo por las tierras del Genal, consolidándose a principios del siglo XX como un importante recurso agrícola de la zona. En la actualidad, el castañar ocupa en el valle una extensión cercana a la 4.000 ha.

Aunque para los serranos pueda parecer un árbol común y habitual, hemos de decir que sus enclaves en nuestra región se ven reducidos a la Sierra de Aracena y Sierra Norte de Sevilla, además de contados parajes de Sierra Nevada. Con el desarrollo del turismo rural se han creado nuevas expectativas económicas y se están revalorizando los componentes patrimoniales que La Serranía atesora, entre ellos el castaño como recurso paisajístico. Gracias a la apuesta de instituciones como la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica o el CEDER Serranía de Ronda, se han organizado hasta el momento tres ediciones de la Feria Andaluza de la Castaña (la última celebrada en Parauta en el año 2004), donde los expertos del sector marcaron las pautas a seguir, tanto dirigida a los agricultores para rentabilizar sus explotaciones y mejorar los mecanismos de elaboración, transformación y ventas, como a los agentes turísticos que ven en el castañar un reclamo de primer orden.
Una iniciativa interesante consistiría en instaurar la “Ruta de los Castaños Notables”, y es que el Valle del Genal alberga un buen número de sorprendentes ejemplares de este majestuoso árbol, algunos recogidos en el catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Para ello se diseñarían una serie de recorridos periurbanos, teniendo como punto de partida las poblaciones más cercanas. Por suerte, algunos de estos posibles recorridos ya están balizados como Pequeños Recorridos –homologados por la Federación Andaluza de Montañismo–, tan sólo restaría señalizar la presencia del castaño con un panel informativo donde se recojan los datos más interesantes del mismo. Lo ideal sería complementar la oferta con una “Ruta Gastronómica de la Castaña”, en la que los restauradores del valle ofrezcan un menú donde preponderen las recetas elaboradas con este fruto. Por último, se tendría que confeccionar un “Recorrido Cultural por el Valle del Genal”, con visitas a los principales monumentos, museos, etc. Para ello se editarían folletos informativos, guías de rutas, mapas, carteles, un bono turístico, etc. Se me ocurre que el recién creado Consorcio de Municipios del Valle del Genal, está llamado a trabajar en esta línea, así que ahí está la idea.

Si nuestros políticos, y ahora me refiero a los del consistorio rondeño, tuviesen un mínimo sentimiento de pertenencia a nuestra comarca; si albergaran un poquito de conciencia y recapacitasen sobre lo muchísimo que hemos recibido y seguimos recibiendo de La Serranía –siempre a cambio de nada–: no dudarían en prestar más atención a los pueblos, en compartir las fiestas, los acontecimientos…; no dudarían en mimarlos, quererlos; y por que no, implicarlos en un proyecto de desarrollo social, cultural y turístico común. Como soñar es gratis y no esta sujeto a especulación alguna, yo abogo y sueño con la creación de un Patronato de Turismo de la Serranía de Ronda, que trabaje en promocionar y revalorizar conjuntamente a toda la comarca, favoreciendo la creación de paquetes turísticos de calidad, explotando racionalmente los abundantes recursos medioambientales y paisajísticos que poseemos, para que de una vez por todas nos desgajemos de la secular dependencia que tenemos de la cercana, amistosa, interesante, pero diferente: Costa del Sol.

LOS CASTAÑOS NOTABLES DEL VALLE DEL GENAL

En el ya citado catálogo: “Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía”, publicado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, figuran algunos ejemplares arbóreos; entre ellos citaremos: el castaño Arena, situado en el término municipal de Cartajima y los castaños de la Cruz y de los Saltarines, ambos en término municipal de Jubrique. El listado está permanentemente abierto, por lo que predecimos que en próximas publicaciones aparecerán otros ejemplares de castaño. Me atrevo a enumerar algunos de ellos: el castaño de la Ampaina en Júzcar, el castaño Mataquince en Benadalid, el castaño Rebeco y el castaño Grande de la Venta ambos en Igualeja. El castaño Hueco en Faraján y el castaño de la Cueva o de la Matea en Pujerra, que tiene 13,5 m de perímetro y es el de mayor grosor del Valle del Genal. En las cercanías de este pueblo también hallamos otro portentoso árbol llamado el castaño de la María Matea, que está rodeado de otros similares, pero innominados, ubicados todos en el Llano de Mallifuerte, lugar donde hasta fechas recientes se celebraba la romería de San Antonio. Pujerra también es patria de otros ejemplares dignos de pertenecer al catálogo, como el castaño Mercedes, situado a la entrada del casco urbano, por encima de la carretera, o el castaño del Camino de Estepona…

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