La Reserva de la Biosfera de la Sierra de Las Nieves puede presumir de contar entre sus riquezas naturales con bosques y árboles únicos en el mundo; los más genuinos representantes en esta materia son los pinsapos, de los que ya hemos hablado en capítulos anteriores. Todos sus bosques son distintos y cuentan con particularidades que los hacen originales y con identidad única, de ahí que los serranos los conozcan por sus nombres propios; los más destacables son éstos:
El mejor bosque de pinsapos, tanto por su conservación como por su expansión y regeneración es el del Alcojona, situado en el término municipal de Parauta; crece puro en las zonas altas y asociado a la encina en cotas más bajas.
Los pinsapares de Ronda se asientan en las cañadas que le dan nombre, son el de la cañada del Cuerno, de Enmedio, Hoyo de la Caridad, Las Animas y La Breña, éste en los alrededores del Peñón de Ronda y La Peñilla; dichos bosques son los más antiguos de la Sierra de las Nieves, se regeneran lentamente; en las zonas altas se mezcla con el quejigo, sabinas y enebros.
Yunquera cuenta con los más extensos bosques de pinsapos, su regeneración y expansión ha sido espectacular en los últimos años, si bien las plagas, las sequías, en definitiva el cambio climático, está registrando una gran merma de ejemplares en estos años; la administración debe tomar cartas en el asunto y quizás ha llegado el momento de actuar en estos bosques con tratamientos selvícolas y medidas adicionales de tipo fitosanitario. Sus bosques más conocidos son el de Bellina, Cuesta de los Hornillos, Chaparrera, Saucillo, Cuco, Cubero, Las Lajares, Cerro Millán, Juanisco Huelva, Alhucemar, Era de los Gamones y Hoyo de las Colmenas. Crecen puros y asociados a pinares de repoblación.
Tolox cuenta con cuatro bosquetes, el de Froncaire, La Yedra, La Perra y Cerro Corona; los dos primeros son los más altos y aislados del Parque Natural, el cuarto tiene la peculiaridad de crecer en rocas peridotíticas.
En la dehesa y montes de Albornoque, en los términos municipales de Istán y Monda, crecen pequeños rodales de pinsapos asociados al alcornoque; el más destacado es el de la finca de Bonorque-Moratán, conocido como pinsapar de La Sepultura.
En el monte El Alhucemar, término municipal de El Burgo, se desarrolla otro pequeño bosquete de pinsapos, junto a pinos y encinas.
Fuera del Parque Natural destacan dos preciosos bosquetes localizados en las Sierras Blanca y Canucha; al primero lo conocen como el pinsapar del Pozuelo y al segundo como el de Canucha; por su aislamiento y ubicación cercanos a la costa deberían estar más protegidos.
Otros bosques interesantes y menos conocidos son los cornicabrales del Valle de Lifa y arroyo del Sabinal, el bosquecillo de arces y cerecinos en Sierra Prieta y la docena de tejos en la colada del Tejo y Froncaire, al de mayor tronca le hemos medido 4,30 m de perímetro.
También son destacables los algarrobales de la cabecera de río Verde, las alisedas del río de El Burgo, algunos enclaves de enebros de porte arbóreo en el pinsapar de Yunquera y manchones de sabinas arbóreas en El Puntal de la Mesa de Parauta. Muy curiosa es la asociación entre el castaño, el cerezo, el pino, los viñedos y el pinsapo en zonas agrícolas de los alrededores de Yunquera.
Como árboles destacados podemos citar algunos mostajos en la Cueva del Agua, Torrecilla y Hoyos de la Caridad. Los majuelos de la Cueva del Agua, los pinsapos del Hoyo de La Caridad y, cómo no, numerosos ejemplares de quejigos esparcidos por la Meseta de Quejigales. Igualmente destacables son algunos arces en las cercanías del pilar de La Breña.
En unas notas de Pablo de Azcárate, quien realizará una excursión durante el mes de Mayo de 1917 junto a su amigo Fernando de los ríos, dice textualmente lo siguiente: “Por la mañana excursión con Frasquito (creo que es uno de los hijos de Becerra) al Daidín, uno de los cuarteles del monte, con la casa del guarda en la ladera de Sierra Palmitera, situada en un valle precioso y con un jardín y un huerto de naranjos hermosos. La ladera de la Palmitera es de monte bravo, con muchos jarales y bosques de alcornoques y en las cañadas magníficos castaños; (uno de ellos lo medimos y tiene unos 10 metros de circunferencia, otro todavía mayor, se llama el de la Manuela; de los dos hice fotografías).” Según nos comentó Gregorio, el guarda mayor de estas montañas, estos castaños se ubicarían en la zona del Daidín, aunque mucho nos tememos que se calcinaron en alguno de los numerosos incendios que se han producido en la zona en los últimos años.
Ya como árboles notables destacados, citaremos a los siguientes:
-Castaño Santo de Istán
Se encuentra en el paraje conocido como el Hoyo del Bote (o del Voto, llamado así curiosamente porque hace años en estos parajes muy poblados antiguamente se constituyó una mesa electoral para que los habitantes no tuvieran que desplazarse a Marbella a ejercer su derecho), junto a un arroyo cerca del camino antiguo de Ronda a Marbella. Es un castaño de proporciones gigantescas con 19 m de circunferencia de tronco que ocupan unos 36 m2 de superficie.
Se le calculan unos 600 años de edad. Cuenta la leyenda que bajo sus ramas celebraron misa los ejércitos enviados por Felipe II antes de iniciar la toma del fuerte situado en lo alto del Pico de Armas en la rebelión de los moriscos el año 1570. En este mismo lugar los Reyes Católicos también oficiaron una misa de campaña antes de la toma de Marbella y después de conquistar Ronda.
-Tejo de la Cañada del Cuerno
Este árbol de proporciones gigantescas había desaparecido en el año 1930 según Ceballos y Vicioso citan en su libro “Flora forestal de la provincia de Málaga”.
Para describir el ejemplar reproducimos textualmente las palabras del botánico M. Laguna del artículo “El pinsapar de Ronda” publicado en la Revista Forestal Tomo 1, año 1886: “...En la parte alta de la Cañada del Cuerno, quedan todavía algunos ejemplares de Asar o Arce (Acer granatense Boiss), especie verdadera según unos, variedad solamente del Acer opulifolium Vill según otros. No lejos de los Acer vimos un Tejo (Taxus baccata Lin) esta especie citada por Laynez ha disminuido tanto en el Sierra de las Nieves que nosotros sólo pudimos hallar cenizas y carbones de un ejemplar derribado por los vientos y quemado recientemente y otro que sería lástima tuviera la misma suerte; venerable ya por sus años que seguramente no serán menos de setecientos a juzgar por el lento crecimiento de esta especie y por el diámetro del individuo en cuestión, verse reducido hoy a un tronco derecho y como descabezado, lleno de verrugas, cubierto de brotes raquíticos con una circunferencia de cinco metros y veinticinco centímetros y algo menos de altura...”.
Laguna en el estudio hace referencia al mal estado del pinsapar y a la necesidad de su protección. Como curiosidad podemos comentar que según este autor en aquella época a los pinsapos jóvenes les conocían en La Serranía con el nombre de “Gachapones”.
Un original de este trabajo se conserva en el Archivo Municipal de Ronda, desgraciadamente el gigantesco tejo ya desapareció.
-Encina Los Quinitos
Situada junto a la carretera A-366; cercano al km 28, el paraje es conocido como Los Quinitos. Sus medidas son las siguientes: 13,50 m de altura. La copa tiene 30 m de diámetro y el perímetro de la base del tronco es de 3,40 m.
Los dueños de la finca donde se ubica la encina viven en Yunquera y regentan el bar El Quini. En su salón hay una foto de la encina con sus datos principales.
De similares características a esta encina es una situada en la zona alta del Área Recreativa de Los Sauces.
-Pinsapo de La Escalereta
Es el mayor ejemplar de la sierra; situado en un recóndito lugar del pinsapar de La Nava, el árbol alcanza unas proporciones realmente gigantescas. Según datos amablemente proporcionados por Julián de Zulueta, el tronco tiene 5,10 m. de circunferencia y 1,62 m. de diámetro. Según cálculos de Juan Antonio del Cañizo, la edad es de entre 351 y 528 años y según estimaciones del propio Zulueta tiene unos 400 años. En el libro “Árboles de Málaga” (ver bibliografía), se describen los siguientes datos: Se encuentra a 1100 m de altitud, edad unos 200 años, su sombra abarca unos 200 m2, su altura es de 26 m, a los 3 m de altura, el tronco se divide en tres ramas de 80 a 90 cm de circunferencia y una de éstas se subdivide a su vez en dos. Visto en su medio es sencillamente impresionante, incluso por sus dimensiones puede parecer de mayor edad, pero lo cierto es que los pinsapos no son árboles tan longevos como los tejos o los cedros.
Este pinsapo ha merecido la calificación de árbol notable de la provincia de Málaga, además está incluido en el catálogo de monumentos naturales de Andalucía.
Existe una leyenda que dice que por estos lares vivía una mujer que se dedicaba a socorrer y ayudar a los transeuntes y gentes de la sierra, tal era su bondad que todos admiraban a esta amable señora; al morir fue enterrada en el lugar donde después creció como “faro y guía de los caminantes”, el pinsapo de La Escalereta.
-Pinsapo de las Siete Vigas
Simón de Rojas Clemente y Rubio colabora con unas “Adiciones” en el libro “Agricultura General” de Alonso de Herrera en Madrid, año 1818. Cuando estudia los abetos hace una somera descripción de los pinsapos (o pinabetes); comenta textualmente: “Es muy célebre y hermoso el pinsapo que se encuentra en el camino de Ronda a Tolox cerca del Puerto de Las Ánimas, llamado de Las Siete Vigas por sus siete larguísimas ramas o brazos principales, casi iguales, y distribuidos en derredor del tronco con maravillosa simetría”. (Información cedida por J. Albertos).
Desgraciadamente de este magnífico árbol sólo queda el recuerdo.
-Pinsapo de los Cazadores
Este ejemplar de la especie pinsapo se hallaba en las cercanías de la Cueva del Pinar. Según nos cuentan tenía una altura superior a los treinta metros, no tenemos datos del perímetro del tronco pero es de suponer que era de considerables dimensiones.
Era muy conocido por los cazadores del lugar porque en sus ramas superiores solían posarse las palomas torcaces que habitaban en gran número en el pinsapar y alrededores. Se comentaba, de forma jocosa, que tal era la altura del pinsapo que ni siquiera los perdigones de los cartuchos alcanzaban a las palomas.
A mitad del tronco existía un rico panal de abejas, que fue el motivo para que en el intento de prender la miel, colocaran dos barrenos en el tronco del pinsapo, tras explosionarlos el pinsapo pasó a mejor vida.
-Pinsapo de la Perra
Situado en la cañada de la Perra, es el pinsapo más fascinante de la Serranía, tiene dos enormes ramas, la de la derecha se abre a la vez en tres formando una E. Su tronca tiene un perímetro de 5,30 m, lo que lo convierte en el de mayor grosor del Parque. No obstante, su copa es menor que el pinsapo de la Escalereta, por lo que este último está considerado como el rey de los pinsapos.
Otros pinsapos conocidos por sus dimensiones son el llamado pinsapo Moreno, situado en la cañada de Bellina; el pinsapo Azul, en la cañada de la Violeta; el pinsapo del Puerto del Pinsapo, cerca del cortijo de la Hoya del Pino y el pinsapo Candelabro, cerca del llano del Alcornicalejo.
El mejor bosque de pinsapos, tanto por su conservación como por su expansión y regeneración es el del Alcojona, situado en el término municipal de Parauta; crece puro en las zonas altas y asociado a la encina en cotas más bajas.
Los pinsapares de Ronda se asientan en las cañadas que le dan nombre, son el de la cañada del Cuerno, de Enmedio, Hoyo de la Caridad, Las Animas y La Breña, éste en los alrededores del Peñón de Ronda y La Peñilla; dichos bosques son los más antiguos de la Sierra de las Nieves, se regeneran lentamente; en las zonas altas se mezcla con el quejigo, sabinas y enebros.
Yunquera cuenta con los más extensos bosques de pinsapos, su regeneración y expansión ha sido espectacular en los últimos años, si bien las plagas, las sequías, en definitiva el cambio climático, está registrando una gran merma de ejemplares en estos años; la administración debe tomar cartas en el asunto y quizás ha llegado el momento de actuar en estos bosques con tratamientos selvícolas y medidas adicionales de tipo fitosanitario. Sus bosques más conocidos son el de Bellina, Cuesta de los Hornillos, Chaparrera, Saucillo, Cuco, Cubero, Las Lajares, Cerro Millán, Juanisco Huelva, Alhucemar, Era de los Gamones y Hoyo de las Colmenas. Crecen puros y asociados a pinares de repoblación.
Tolox cuenta con cuatro bosquetes, el de Froncaire, La Yedra, La Perra y Cerro Corona; los dos primeros son los más altos y aislados del Parque Natural, el cuarto tiene la peculiaridad de crecer en rocas peridotíticas.
En la dehesa y montes de Albornoque, en los términos municipales de Istán y Monda, crecen pequeños rodales de pinsapos asociados al alcornoque; el más destacado es el de la finca de Bonorque-Moratán, conocido como pinsapar de La Sepultura.
En el monte El Alhucemar, término municipal de El Burgo, se desarrolla otro pequeño bosquete de pinsapos, junto a pinos y encinas.
Fuera del Parque Natural destacan dos preciosos bosquetes localizados en las Sierras Blanca y Canucha; al primero lo conocen como el pinsapar del Pozuelo y al segundo como el de Canucha; por su aislamiento y ubicación cercanos a la costa deberían estar más protegidos.
Otros bosques interesantes y menos conocidos son los cornicabrales del Valle de Lifa y arroyo del Sabinal, el bosquecillo de arces y cerecinos en Sierra Prieta y la docena de tejos en la colada del Tejo y Froncaire, al de mayor tronca le hemos medido 4,30 m de perímetro.
También son destacables los algarrobales de la cabecera de río Verde, las alisedas del río de El Burgo, algunos enclaves de enebros de porte arbóreo en el pinsapar de Yunquera y manchones de sabinas arbóreas en El Puntal de la Mesa de Parauta. Muy curiosa es la asociación entre el castaño, el cerezo, el pino, los viñedos y el pinsapo en zonas agrícolas de los alrededores de Yunquera.
Como árboles destacados podemos citar algunos mostajos en la Cueva del Agua, Torrecilla y Hoyos de la Caridad. Los majuelos de la Cueva del Agua, los pinsapos del Hoyo de La Caridad y, cómo no, numerosos ejemplares de quejigos esparcidos por la Meseta de Quejigales. Igualmente destacables son algunos arces en las cercanías del pilar de La Breña.
En unas notas de Pablo de Azcárate, quien realizará una excursión durante el mes de Mayo de 1917 junto a su amigo Fernando de los ríos, dice textualmente lo siguiente: “Por la mañana excursión con Frasquito (creo que es uno de los hijos de Becerra) al Daidín, uno de los cuarteles del monte, con la casa del guarda en la ladera de Sierra Palmitera, situada en un valle precioso y con un jardín y un huerto de naranjos hermosos. La ladera de la Palmitera es de monte bravo, con muchos jarales y bosques de alcornoques y en las cañadas magníficos castaños; (uno de ellos lo medimos y tiene unos 10 metros de circunferencia, otro todavía mayor, se llama el de la Manuela; de los dos hice fotografías).” Según nos comentó Gregorio, el guarda mayor de estas montañas, estos castaños se ubicarían en la zona del Daidín, aunque mucho nos tememos que se calcinaron en alguno de los numerosos incendios que se han producido en la zona en los últimos años.
Ya como árboles notables destacados, citaremos a los siguientes:
-Castaño Santo de Istán
Se encuentra en el paraje conocido como el Hoyo del Bote (o del Voto, llamado así curiosamente porque hace años en estos parajes muy poblados antiguamente se constituyó una mesa electoral para que los habitantes no tuvieran que desplazarse a Marbella a ejercer su derecho), junto a un arroyo cerca del camino antiguo de Ronda a Marbella. Es un castaño de proporciones gigantescas con 19 m de circunferencia de tronco que ocupan unos 36 m2 de superficie.
Se le calculan unos 600 años de edad. Cuenta la leyenda que bajo sus ramas celebraron misa los ejércitos enviados por Felipe II antes de iniciar la toma del fuerte situado en lo alto del Pico de Armas en la rebelión de los moriscos el año 1570. En este mismo lugar los Reyes Católicos también oficiaron una misa de campaña antes de la toma de Marbella y después de conquistar Ronda.
-Tejo de la Cañada del Cuerno
Este árbol de proporciones gigantescas había desaparecido en el año 1930 según Ceballos y Vicioso citan en su libro “Flora forestal de la provincia de Málaga”.
Para describir el ejemplar reproducimos textualmente las palabras del botánico M. Laguna del artículo “El pinsapar de Ronda” publicado en la Revista Forestal Tomo 1, año 1886: “...En la parte alta de la Cañada del Cuerno, quedan todavía algunos ejemplares de Asar o Arce (Acer granatense Boiss), especie verdadera según unos, variedad solamente del Acer opulifolium Vill según otros. No lejos de los Acer vimos un Tejo (Taxus baccata Lin) esta especie citada por Laynez ha disminuido tanto en el Sierra de las Nieves que nosotros sólo pudimos hallar cenizas y carbones de un ejemplar derribado por los vientos y quemado recientemente y otro que sería lástima tuviera la misma suerte; venerable ya por sus años que seguramente no serán menos de setecientos a juzgar por el lento crecimiento de esta especie y por el diámetro del individuo en cuestión, verse reducido hoy a un tronco derecho y como descabezado, lleno de verrugas, cubierto de brotes raquíticos con una circunferencia de cinco metros y veinticinco centímetros y algo menos de altura...”.
Laguna en el estudio hace referencia al mal estado del pinsapar y a la necesidad de su protección. Como curiosidad podemos comentar que según este autor en aquella época a los pinsapos jóvenes les conocían en La Serranía con el nombre de “Gachapones”.
Un original de este trabajo se conserva en el Archivo Municipal de Ronda, desgraciadamente el gigantesco tejo ya desapareció.
-Encina Los Quinitos
Situada junto a la carretera A-366; cercano al km 28, el paraje es conocido como Los Quinitos. Sus medidas son las siguientes: 13,50 m de altura. La copa tiene 30 m de diámetro y el perímetro de la base del tronco es de 3,40 m.
Los dueños de la finca donde se ubica la encina viven en Yunquera y regentan el bar El Quini. En su salón hay una foto de la encina con sus datos principales.
De similares características a esta encina es una situada en la zona alta del Área Recreativa de Los Sauces.
-Pinsapo de La Escalereta
Es el mayor ejemplar de la sierra; situado en un recóndito lugar del pinsapar de La Nava, el árbol alcanza unas proporciones realmente gigantescas. Según datos amablemente proporcionados por Julián de Zulueta, el tronco tiene 5,10 m. de circunferencia y 1,62 m. de diámetro. Según cálculos de Juan Antonio del Cañizo, la edad es de entre 351 y 528 años y según estimaciones del propio Zulueta tiene unos 400 años. En el libro “Árboles de Málaga” (ver bibliografía), se describen los siguientes datos: Se encuentra a 1100 m de altitud, edad unos 200 años, su sombra abarca unos 200 m2, su altura es de 26 m, a los 3 m de altura, el tronco se divide en tres ramas de 80 a 90 cm de circunferencia y una de éstas se subdivide a su vez en dos. Visto en su medio es sencillamente impresionante, incluso por sus dimensiones puede parecer de mayor edad, pero lo cierto es que los pinsapos no son árboles tan longevos como los tejos o los cedros.
Este pinsapo ha merecido la calificación de árbol notable de la provincia de Málaga, además está incluido en el catálogo de monumentos naturales de Andalucía.
Existe una leyenda que dice que por estos lares vivía una mujer que se dedicaba a socorrer y ayudar a los transeuntes y gentes de la sierra, tal era su bondad que todos admiraban a esta amable señora; al morir fue enterrada en el lugar donde después creció como “faro y guía de los caminantes”, el pinsapo de La Escalereta.
-Pinsapo de las Siete Vigas
Simón de Rojas Clemente y Rubio colabora con unas “Adiciones” en el libro “Agricultura General” de Alonso de Herrera en Madrid, año 1818. Cuando estudia los abetos hace una somera descripción de los pinsapos (o pinabetes); comenta textualmente: “Es muy célebre y hermoso el pinsapo que se encuentra en el camino de Ronda a Tolox cerca del Puerto de Las Ánimas, llamado de Las Siete Vigas por sus siete larguísimas ramas o brazos principales, casi iguales, y distribuidos en derredor del tronco con maravillosa simetría”. (Información cedida por J. Albertos).
Desgraciadamente de este magnífico árbol sólo queda el recuerdo.
-Pinsapo de los Cazadores
Este ejemplar de la especie pinsapo se hallaba en las cercanías de la Cueva del Pinar. Según nos cuentan tenía una altura superior a los treinta metros, no tenemos datos del perímetro del tronco pero es de suponer que era de considerables dimensiones.
Era muy conocido por los cazadores del lugar porque en sus ramas superiores solían posarse las palomas torcaces que habitaban en gran número en el pinsapar y alrededores. Se comentaba, de forma jocosa, que tal era la altura del pinsapo que ni siquiera los perdigones de los cartuchos alcanzaban a las palomas.
A mitad del tronco existía un rico panal de abejas, que fue el motivo para que en el intento de prender la miel, colocaran dos barrenos en el tronco del pinsapo, tras explosionarlos el pinsapo pasó a mejor vida.
-Pinsapo de la Perra
Situado en la cañada de la Perra, es el pinsapo más fascinante de la Serranía, tiene dos enormes ramas, la de la derecha se abre a la vez en tres formando una E. Su tronca tiene un perímetro de 5,30 m, lo que lo convierte en el de mayor grosor del Parque. No obstante, su copa es menor que el pinsapo de la Escalereta, por lo que este último está considerado como el rey de los pinsapos.
Otros pinsapos conocidos por sus dimensiones son el llamado pinsapo Moreno, situado en la cañada de Bellina; el pinsapo Azul, en la cañada de la Violeta; el pinsapo del Puerto del Pinsapo, cerca del cortijo de la Hoya del Pino y el pinsapo Candelabro, cerca del llano del Alcornicalejo.
1 comentario:
Parece mentira que tan pequeño espacio albergue esta riqueza vegetal, ahora ya reconocida y protegida por las administraciones. Es dificil destacar alguna sobre las demas, pero, lejos de árboles longevos o de dimensiones descomunales - tales como el Santo castaño santo o el pinsapo de las escaleretas-, me quedo con la magia de la tejeda de la Colá del Tejo. Pocas veces he podido sentir ese "no-se-qué" que rodea a ese tramo entre el picacho y el trepidante zigzag de la citada colá. parece como si el tiempo se hubiera parado y el hipnótico caminar sobre los lanchares te haga olvidar de todo lo demás, que no es poco...
Realmente una experiencia este desconocido paraje.
saludos rafa
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